“Sean los orientales tan
ilustrados como valientes”, un bonita frase adjudicada al ingenuo de Artigas y
que otros tantos ingenuos siguen tratando de implementar. Actualmente es normal
ver en los medios audiovisuales alguna alusión a la importancia de la educación,
la ciencia y la tecnología para el ser humano. Así como la “lucha por los
derechos humanos”, se ha convertido en otra bonita estampa para las campañas
electorales. Veamos el gran trecho:
Sueldos de Miseria
La madre de una conocida vecina
siempre me trató con mucho respeto, especialmente luego de saber que yo comencé
trabajar en el Instituto de
Investigaciones Biológicas Clemente Estable. Siempre me pareció curioso ese
respeto, algo salido de otra época. La respuesta es que todo ese respeto yo no
le veía reflejado en el momento de cobrar mis ingresos, la beca. Y ahora ni
siquiera eso, pues como muchos no cuento ni con un cargo, ni con beca, ni nada
de nada. Pensarán, ‘eso solo le ocurre a los estudiantes mediocres’, pues mis
colegas mi consideran un buen estudiante y compañero y objetivamente eso es lo
que dice mi escolaridad.
Así que ese no es el problema.
El sistema de cargos docentes
universitarios de este país se basa en cinco escalafones, desde el grado 1 al
grado 5. Los grado 3 a 5 son cargos a término (hasta que le bilogía haga lo que
debe) pertenecientes a una elite. Siempre y cuando exista una bacante, se
ocupan mediante concursos por oposición y méritos. Dicho si demasiado rigor, muchos
continúan investigando, otros tantos ejercen tareas de índole administrativa, y
existe un tercer y penoso grupo del que se desconoce.
Los grados 1 y 2, son los peones.
Sus ingresos son muy bajos, por ejemplo el grado 1 percibe en el entorno de $ 6500
pesos nominales (valor por debajo del sueldo mínimo nacional). La excusa es que
al tratarse de un cargo por 20 horas para gente joven que aún vive con sus
padres queda plenamente justificado. Primero, la mayoría llega a alcanzar
completar 40 horas semanales. Segundo, hay docentes con nivel de doctorado desempeñándose
en esos cargos. Tercero, ¿Qué les importa si viven con sus padres, solos, con un
alíen o con el oso Teddy? Evidentemente con esos ingresos nadie puede vivir
solo. Adicionalmente estos cargos se renuevan solo una determinada cantidad de
veces. Si luego de eso te quedas sin cargo y sin beca, sin posibilidad de
ascender y con treinta y tantos años: ¡a joderse!
Detalle no menor, los grado uno y
dos no representan el total de la fuerza laboral que sostiene la investigación nacional,
hay una jugosa cantidad de gente (mucho mayor que los grados 1 y 2 juntos)
trabajando sin ver un peso.
Fondos de Miseria
El problema monetario no termina
aquí. Pues si bien la clase política adora hablar sobre apoyar la ciencia y la tecnología,
el monto destinado es ínfimo, solo alcanza para cubrir el gasto de sueldos y
otros mínimos (como papel higiénico). Los recursos para investigar surgen de
fondos concursales, en los que puede o no participar el estado (y hasta hace no
muchos años no lo hacía). Si no se ganan, no se investiga.
Pensaran que se trata de
cantidades desmesuradas de dinero, imposibles de cubrir. No se comparan con el
dinero invertido en las obras del nuevo corredor Garzón, o en lo que se piensa
invertir en el anunciado Antel Arena.
Un Sistema de Hipocresía
“¡Vamos chicos, hay mucho trabajo!”,
(que pueden hacer para nosotros, gratis). Ese es el boleto que te venden, la
ciencia es un campo fértil en el que hay mucho por explorar y abundan las
oportunidades de crecer profesionalmente. La realidad es que muchos de esos
docentes (grado 3 en adelante), no están preocupados en el bienestar de sus
alumnos, sino en justificar su propia existencia aclamando ingresos cada vez
mayores a la universidad. Luego si esa gente no tiene nada que hacer, “ese no
es nuestro problema”.
Existe también un cáncer implantado
en la mente de los mandatarios nacionales: “La
oferta puede crear la demanda”. Así se quiere reproducir el modelo de
desarrollo social de otros países simplemente cubriendo las estadísticas.
Ejemplo:
-“Oye Manolo, Finlandia tiene 1 mecánico cada 100 habitantes…”
-“Acá solo tenemos 1 cada 1000…pues que salgan más mecánicos, caray…”
El esfuerzo debe responder a una
necesidad, y la necesidad no puede ser inventada.
Lobos y Hienas
Todos deseamos que nuestro trabajo
sea valorado, y nuestro esfuerzo recompensado. Esforzarse para luego tener una
vida de penurias no es otra cosa que masoquismo (lo que me hace pensar si no
seré masoquista). La retribución se posterga, y se posterga, ‘obtener un
beneficio a largo plazo’. Llegas a un edad en que das cuenta de todo lo que has
invertido, entre ello los mejores años de tu vida. El largo plazo está siendo
demasiado largo.
Como sucede en otros órdenes
laborales cuando los sueldos se empobreces, es sistema actual está filtrando
personas, conservando a los más ‘pecho frio’. Responsabilidad y dedicación ya no
son atributos suficientes, ser manipulable, conformista, lineal puede llegar a
pesar más. Los concursos no importan, las reglas siempre pueden ajustarse para
beneficiar al elegido.
Una Guerra Silenciosa
Otra situación obscena. El IIBCE
parece que ha dejado de ser una bonita estampita para la clase política. “¿Qué
hacemos?”, simple: le vamos cortando los recursos y se los asignamos (reforzados)
al Instituto Pasteur, más nuevo, más fashion,
más francés. ¡No vaya a ser que quedemos como unos pobres beachcombers frente a los franceses! Hay que cuidar las
apariencias.
Lo que sucede a nivel nacional, está
sucediendo a pequeña escala con este instituto. La gente joven que trabaja allí
está siendo exprimida, expulsada. Van a donde pueden, ni siquiera donde les ofrezcan
trabajo remunerado, basta con la oportunidad de seguir sus estudios. El
Instituto muchas veces ya no puede cubrir si quiera el coste de los materiales.
Don Clemente Estable puede
revolverse en la tumba.